“En los confines de la Tierra, atravesando el tenebroso Océano, existen unas islas paradisíacas que gozan de un clima eternamente primaveral y cuyos campos producen toda clase de alimentos y frutos sin necesidad de trabajo. En ellas residen unas ninfas, hijas de Atlante, las Hespérides, que custodian un maravilloso Jardín, en el que está el árbol que contiene la esencia de la inmortalidad y produce manzanas de oro. Las almas de los Bienaventurados llevan allí una existencia edénica, libres de preocupaciones”.